Ver una bailarina encima del escenario es un placer, pero verla bailar con puntas es algo precioso y mágico. La manera de moverse, expresar y sentir que tiene es diferente.
La primera bailarina que usó las puntas en un escenario fue María Taglioni con el éxito de los ballets románticos. La sutileza y su destreza en el escenario era semejante al de una hada, un espectro y otros protagonistas de los ballets románticos.
Para empezar a usar las puntas, debes llevar unos dos o tres años de experiencia y a partir de aquí empezar progresivamente, fortaleciendo las piernas para un mejor equilibrio y control del cuerpo.
Sabemos que los pies sufren, se deforman, salen llagas y hay más riesgo de una lesión grave, es por eso que hay que tener una buena técnica y entrenar mucho con ellas.
Para escoger las puntas adecuadas, se debe ir personalmente a una tienda especializada y ver cual es la que se adapta mejor en el pie. Los dedos no deben estar encogidos y tampoco debe sobrar espacio en la zona del talón.
Algunas de las características a tener en cuenta a la hora de escoger bien nuestras puntas son:
- Tener claro si queremos un producto profesional o solo de clase.
- Debemos fijarnos en la altura de la cuña, es decir, si estamos en el inicio de nuestro aprendizaje, deberemos coger una cuña baja para que el empeine pueda trabajar mejor.
- Por último, debemos fijarnos en la anchura de nuestro pie. A partir de aquí, escogeremos una zapatilla que se adapte perfectamente a nuestro pie, ni muy ajustada ni muy ancha.
Trabajar duro y con esfuerzo nos permitirá gozar de este arte que es el bailar con puntas. Encima del escenario será donde podrás disfrutar con toda la plenitud de tus movimientos ágiles y elegantes, gracias a las puntas.
Nosotros fabricamos los mejores calcetines para bailarines, pero ellos hacen las mejores puntas:
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